Eddie Barrish (Bill Skarsgård), un ladrón de coches de poca monta, se encuentra atrapado en un todoterreno de lujo con características de alta tecnología. El vehículo, propiedad de William Larsen (Anthony Hopkins), un hombre misterioso, se convierte en una trampa mortal. Eddie debe enfrentar las consecuencias de sus acciones mientras lucha por sobrevivir en un juego psicológico donde escapar es casi imposible.